lunes, 8 de abril de 2013

PASOS A SEGUIR PARA CREAR UN GRAN COCKTEL.


Las condiciones para que un cóctel pueda llegar a transformarse en un clásico son tres: el sabor, el aspecto y el nombre. En este caso dedico a detallar brevemente cada uno de ellos.
EL SABOR
Entendemos que tratándose de éste, no podemos errar en lo más mínimo en la elección de los ingredientes y su cantidad. Es donde  todos los aromas de nuestra bebida entran en juego y deben armonizar. Para lograr esto existen normas profesionales a estudiar y que se van descubriendo a lo largo de tiempo, como por ejemplo, no mezclar un aguardiente de cereal (ginebra, wisky), con un aguardiente de vino (coñac u otro brandy). Otras normas atentan, por ejemplo, las combinaciones de ron/calvados, coñac/ron, ron/ginebra o whisky/ron, entre otras.
Éstas son normas/reglas básicas a tener en cuenta en un modo profesional.
Cada uno es libre de realizar la mezcla que desee, si a su paladar le es agradable el resultado final.
Por esto las recetas originales siempre se ven modificadas y alternadas a medida que se recorren los distintos tipos de culturas, creencias, materias primas, etc. En algunos casos es acá donde se descubren nuevos nombres de cócteles para ciertos tragos clásicos modificados.
EL ASPECTO
Este es de gran importancia ya que aporta a la apetencia de ciertos cócteles. Obviamente si bien los cócteles deben resultar atractivos a la vista de nuestros consumidores, debemos evitar las decoraciones excesivas.
Tambien debemos saber que a partir de la utilización de los mismos ingredientes, se pueden obtener resultados completamente distintos, un claro ejemplo de esto podría ser un daiquiri servido sin hielo en una copa de coctel y una caipirinha servida frappé o en un vaso corto, ambos cócteles resultan de la misma mezcla de ron, lima y azúcar, pero no mantienen un mismo aspecto en lo absoluto.
Sabemos también que el color desempeña un papel más que importante en el éxito del cocktail, este le puede aportar cualidades visuales atractivas muy importantes para nuestro consumidor final, por ejemplo, el color podría aportarle un delicado toque femenino (ej: Pink Daiquiri), o masculino (ej: Kamikaze), etc.
EL NOMBRE
El nombre de un cocktail no debe ser algo tomado a la ligera, no es algo que sea indiferente para el mismo, ya que este nombre es el que dará al “que despertar” en la imaginación del consumidor.
De una forma mas o menos consciente, sabemos que el nombre nos otorga un sentido oculto o sobreentendido del trago. Un nombre nos puede indicar por ejemplo que el cocktail contiene más o menos alcohol, o incluso que carece de él.
El nombre también puede indicarnos por ejemplo la época en se inventó el trago, o si el cocktail fue inventado para una persona o personaje ilustre del lugar donde reside (de la misma forma que el color puede dar tendencia a lo masculino o femenino).

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